La hipnosis es un modo de funcionamiento natural de nuestro cerebro. Está integrada en nuestro día a día: son todos esos momentos en los cuáles estamos sumergidos en nuestro mundo interior y nos olvidamos de nuestro alrededor.
Os voy a explicar la naturalidad de la hipnosis con varios ejemplos para que observéis que el estado hipnótico está presente en todos nosotros en muchas situaciones a lo largo del día.Imaginemos que estamos dentro de un tren. Colocamos correctamente las maletas en el lugar indicado y nos sentamos en nuestra butaca. Comenzamos a observar diligentemente a los pasajeros que entran en nuestro vagón. El tren se pone lentamente en marcha y observamos atentamente qué es lo que hacen los viajeros y nos olvidamos de los ruidos del tren, de las ventanas, de los compartimentos que se abren y se cierran. La hipnosis es ese estado interior de concentración natural.Cuando estamos leyendo un libro y sus páginas nos sumergen profundamente en la historia. Detrás de las palabras podemos imaginar el paisaje, sentimos el palpitar de los personajes. Una parte de nosotros está allí dentro de ese universo. Nos olvidamos del tiempo, cuando esto sucede hemos entrado en hipnosis.Cuando vamos al volante concentrados en nuestros pensamientos, imaginando qué tenemos que hacer cuando lleguemos a casa, aquello que se ha quedado pendiente en nuestro trabajo o bien vamos imaginando quizás dónde ir en vacaciones. Nos olvidamos completamente del acto de conducir; reaccionamos de forma automática a los estímulos del entorno mientras seguimos pensando, creando o recordando acompañados de numerosas emociones asociadas a todo lo recreado. Es en esos momentos cuando estamos en hipnosis.
Cuando estamos en ese estado perdemos completamente el hilo del tiempo. Sentimos una agradable impresión de distorsión espacio temporal. Ese estado es el que denominamos trance hipnótico.Esta definición de hipnosis se aleja mucho del concepto de hipnosis de espectáculo. Cuando se realiza una sesión de hipnosis médica no estamos profundamente dormidos. Podemos volver al estado de vigilancia habitual espontáneamente sin tener la necesidad de que alguien nos saque del estado.
El hipnopsicólogo, a través de sus palabras, sus sugestiones, sus imágenes, nos va guiando por un camino mental. Este acompañamiento es el que denominamos hipnosis formal. El hipnopsicólogo ayuda a caminar conscientemente dentro de un modelo mental ordinario inconsciente para acceder a nuestros recursos interiores.Gracias a los avances realizados por las neurociencias, hemos podido comprender cómo se comporta el cerebro cuando estamos en estado de hipnosis. La medicina dispone actualmente de aparatos tecnológicos capaces de cartografiar la actividad del cerebro y saber qué zonas se activan durante este estado. Cuando estamos en estado de hipnosis, y hacemos evocar imágenes, se activan las áreas visuales como si nuestros ojos estuvieran abiertos. Lo mismo sucede con las sensaciones, el oído o las emociones. Cuando estamos en hipnosis no sólo creamos o recordamos sino que lo vivimos. Aquí reside la fuerza de la terapia efectuada con hipnosis.También se ha observado que, a través de un electroencefalograma, las señales eléctricas emitidas por nuestro cerebro son diferentes a las señales emitidas cuando estamos teniendo una comunicación con otra persona (estado de vigilancia), o si estamos durmiendo (estado de sueño).Aunque estemos en ese estado de trance, una parte de nosotros esta en vigilancia con respecto al mundo exterior. Esa parte de nosotros mismos es capaz de hacer tareas automáticas como andar o conducir y nos hace reaccionar inmediatamente si algo del entorno aparece de forma inmediata.
La monotonía, el aburrimiento o un malestar temporal favorecen el entrar de forma espontánea en hipnosis. Se trata de un modo útil que permite a nuestro cerebro descansar un poco, y acceder a nuestros recursos interiores. Es natural que nuestro estado de vigilancia fluctúe durante el día, para encontrar la justa atención para nuestro comportamiento, el justo equilibrio entre el mundo exterior y nuestro mundo interior. Cada persona puede entrar de forma diferente en hipnosis a través del oído, del gusto, del tacto…Así pues, ya sabéis que entrar en estado de hipnosis es fácil y natural. Saquémonos mitos antiguos y oscuros de conceptos distorsionados de la hipnosis para generar poder-respeto, que es lo que busca el espectáculo.Estamos en el siglo XXI, donde la hipnosis se está aplicando en áreas médicas y psicológicas cada vez con más éxito. Nos situamos en una posición científica y evolucionada que se acerca al conocimiento del funcionamiento de nuestro inconsciente para aplicarlo al tratamiento de enfermedades médico-psicológicas.
Si crees que necesitas ayuda no dudes en ponerte en contacto con nosotros te ayudaremos a encontrar tu bienestar psicológico y a establecer unas pautas de higiene mental que te acompañarán durante toda tu vida.